Ayer encendí la televisión y pude ver una cosa muy rara. El Príncipe Felipe en una discoteca. Recto, sonriente, sin inmutarse. Después, me di cuenta de que don Felipe no estaba de marcha, sino que estaba delante de la prensa porque había sido papá. Otra vez, papá. Menos mal, pensé. Aunque luego rectifiqué. Pobre hombre. Acaba de tener una hija y tiene que rendir cuentas ante cientos de personas que lo bombardean con sus flashes y vuelven su busto intermitente. Cualquier tontería pasa a ser asunto de estado en un nacimiento así. Está claro. Nos sigue interesando la monarquía en España y ante un hecho como este hay poco que hablar. Sólo que sea enhorabuena. |
lunes, 30 de abril de 2007
Programa 46: "Sofía"
Publicado por Admin en lunes, abril 30, 2007
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