Resulta sorprendente enterarse de que han condenado a un asesino a más de 1000 años de cárcel. Sin ir más lejos, sucedió ayer con dos etarras. Es sorprendente porque cuando el ciudadano de a pie lo escucha se siente estafado al comprobar que el máximo plazo de cumplimiento de penas, salvo alguna excepción, es de 20 años. Entonces, la noticia pasa a ser de sorprendente a indignante. Más aún, cuando la opinión pública está muy soliviantada con los problemas de reincidencia de muchos delincuentes. Habría que empezar a pedir a las autoridades judiciales y a los medios de comunicación una mayor actitud didáctica para que todos entendamos –hay mucho que entender- que una persona a la que le caen mil años, estará en la calle dentro de diez. |
martes, 30 de octubre de 2007
Programa 152: "Mil años de cárcel"
Publicado por Admin en martes, octubre 30, 2007
Etiquetas: reflexión
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1 comentarios:
Es igual para los delitos de terrorismo que para el resto? No decían que en éstas condenas no se gozaban de beneficios penitenciarios?
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