martes, 27 de febrero de 2007

Programa 7: "Jubilados felices, famosos tristes"


Las portadas de los diarios ofrecen hoy, como ya es costumbre, una pésima combinación. Por un lado, las noticias simpáticas, superficiales, simplonas de la resaca de los Oscars… La belleza y el glamour se mezcla con 18 muertos en Afganistán y con desgracias tan curiosas como la de Connor, un niño inglés de ocho años y 89 kilos de peso, que se come cuatro bolsas de patatas al día y una de snacks cada 20 minutos. EL angelito está tan desaforado que una comisión de expertos está pensando en quitárselo a su madre.

En medio de este barullo, nosotros en Área de Aragón hemos querido destacar la labor de dos jubilados que, lejos de dedicar su merecido tiempo de ocio a la petanca, al mus o al tute, han decidido montar una ONG y han organizado una charla mañana sobre el problema de la inmigración. No se los pierdan.

Por otro lado, nos acercaremos al mundo de la televisión y las audiencias con nuestro estudioso en la materia, Alejando Bolea. Hablaremos del batacazo de audiencia del especial de Aragón Televisión sobre la ceremonia de los Oscars, a la que fueron nada más y nada menos que siete personas pagadas con nuestros impuestos y que sólo lograron un 2,7% del share.

Además, hemos aprendido un nuevo término juridico porque Zouhier, el confidente de la versión oficial del 11M se ha declarado "superinocente".

También nos interesaremos por los comentarios que nos han dejado algunos oyentes en el blog del programa y recomendaremos algún espacio interesante en la red. No os vayáis.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Jubilados al poder! Es cierto que en determinadas profesiones la edad de 65 años e incluso 70 es excesivamente alta para el trabajo que desempeñan, pero no es menos cierto que en otras muchas, cuando más experiencia se tiene y más rápidamente se podrían solucionar determinados problemas, las empresas te mandan un "papelín" para que te presentes en recursos humanos ya que en el plazo de un mes te prejubilan con una edad de 50 a 55 años.
Claro que somos sustituidos por jóvenes que con contratos abusivos y mucho menos salario les hacen ir con el móvil colgado, como si de ello dependiera su vida y luego nos encontramos con la clásica llamada para solucionar un pequeño, problema y la consabida respuesta "le paso con el departamento de atención al cliente", que a su vez nos pasa con una locución en la que debemos de pulsar todos los dígitos del teclado para abandonar el teléfono y acercarnos a las oficinas correspondientes, para continuar con el proceso.
Un hurra por esos dos jubilados que han decidido montar su propia ONG.
Saludos
---
Emilio (unjubilado)