lunes, 16 de julio de 2007

Programa 100: "Libertad, libertad..."

Vamos a hablar del vídeo del Getafe. Supongo que ya conocen el caso. El Getafe, equipo de fútbol de primera división, encarga una campaña de publicidad a una agencia. La agencia, en un alarde de creatividad, utiliza imágenes bíblicas y a Jesucristo para hacer llegar el mensaje de que el Getafe es lo primero. Ante las quejas de muchas personas, el presidente se disculpa, pero dice que no retira la campaña y dice, además, que para él, el Getafe es lo primero y después va su familia.
Muy bien. Y digo yo, ¿Qué importa más la libertad o el respeto? ¿No están de más los “escandaliza abuelas” que se visten de monja o de obispo en cuanto pueden? ¿Es más importante el equipo de fútbol que la familia? Y sobre todo, ¿qué agencia es esa que tiene ideas tan típicas, trasnochadas, manidas y cutres? ¿Les digo el nombre? No. Además, no voy a hacerles publicidad.

3 comentarios:

GUIZMO dijo...

A mí personalmente no me parece una falta de respeto y la verdad es que me raya que cada vez que alguien utiliza alguna imagen religiosa para algo no religioso (dudo que la intención fuese ridiculizar la religión la verdad) salgan grupos como setas a poner el grito en el cielo y a gritar: "¡sacrilegio, que le corten la cabeza!". Un poco menos de predisposición a sacar las uñas a la primera de cambio no estaría mal y creo que hasta ayudaría a "popularizar" la religión que no está precísamente en sus mejores momentos.
En una cosa sí estoy de acuerdo: la agencia publicitaria tiene menos imaginación que una piedra en coma. Y bueno, lo de "antes el Getafe que la familia".... Él sabrá lo que dice...

Carabiru dijo...

Me gustaría ver la cara de la familia al oir eso...
A mi me parecería muy triste que mi padre antepusiera un equipo de fútbol a mi, mi madre, mi hermano...

Salu2, y muy escueto tu comentario, por cierto, por un momento no sabía ni a qué te podías referir.

Anónimo dijo...

Pues a mí también me agotan los que se dan por aludidos hasta cuando les preguntas por la hora. Y no sólo en cuestiones religiosas, claro, que las rebajas han llegado con fuerza a todos los comercios y grandes superficies y por menos de nada te regalan un complemento de la línea “intolerante”, “homófobo”o “fascista”, o un corrector semántico para aplicar al lenguaje cotidiano.
Pero también me cansan los que siempre están velando porque “no te pongas así”, los que saben perfectamente dónde está el límite entre lo que es para tanto y lo que no, los que exigen disculpas y nunca piden perdón.